Maduración del Coaching.

Este 2020 se cumplen 25 años de lo que podríamos considerar la institucionalización del coaching bien entendida, con un reseñable recorrido profesional.

Si bien en el mundo hispano hemos tardado en interiorizar esta profesión de futuro, hoy más presente que nunca, poco a poco se aprecia su protagonismo en la empresa privada, a nivel personal y en el sector público.

Según los últimos datos de la Federación Internacional de Coaching (ICF), organización sin ánimo de lucro mundial que vela por la defensa y la protección de la profesión del coaching a nivel global, publicó una serie de datos relevantes en su último estudio: “Global Coaching Study 2020”. De él, se extrae que, actualmente, existen 71.000 coaches certificados por ICF, lo que ha supuesto un crecimiento del 30% en relación con 2016.

A la EFICACIA tradicional del coaching se le suma, un cuarto de siglo después, la importancia de la CONEXIÓN, es decir, la expansión de esta profesión como red global, logrando acceder a nuevos espacios en los que nunca había estado presente anteriormente. Por ejemplo, se aprecian organizaciones en las que hace 5 años se desconocía el coaching, y hoy en día lo implementan en su estructura: empresas familiares, ámbito educativo, instituciones públicas, entre otros.

Si bien la profesión todavía tiene aspectos por afianzar, organismos como la ICF y la Asociación Española de Coaching (ASESCO) impactan de forma positiva en la institucionalización de la profesión y en la lucha contra la mala praxis, velando por la certificación de profesionales líderes en el área del crecimiento personal.

Ante la incertidumbre del contexto actual hay una nítida certeza: la profesión está madurando a pasos agigantados.