Los 3 instintos del Eneagrama

El Eneagrama, a primera vista, ofrece una distribución de nueve eneatipos diferentes, nueve formas de ver, percibir y sentir la realidad. Sin embargo, una aproximación a esta herramienta de autoconocimiento requiere de la transversalización de los tres instintos (conservación, social y sexual/transmisor,) que cada persona tiene innatos, pero siendo uno de ellos el predominante.

De los tres, uno es el primario, al que se invita a su identificación para, sumado al eneatipo propio, identificar uno de los 27 subtipos del Eneagrama (9 eneatipos y 3 instintos). De esta manera, se reducen los sesgos que aparecen en el trabajo con el Eneagrama, al fortalecer la identificación del eneatipo y descartando aquellas opciones que, de no tener presente los instintos, podrían llevar a confusión. Por ejemplo, un Eneatipo 6, en su búsqueda de seguridad y la presencia constante de la duda, presenta diferencias entre los tres subtipos, siendo diferente una persona Eneatipo 6 de instinto sexual/transmisor, a otra de Eneatipo 6 de instinto conservación u otra de Eneatipo 6 de instinto social. Una persona que esté identificando su eneatipo en las primeras fases, podría, en una primera aproximación, confundirse e identificarse erróneamente con un Eneatipo 8, en lugar de un Eneatipo 6 de instinto sexual, quienes a pesar de la duda y en miedo interno, son personas contrafóbicas “tengo miedo, pero lo hago igualmente”. Por ello, se requiere iniciar el trabajo de autodescubrimiento del Eneagrama de la personalidad de la mano de los instintos. A continuación, un breve resumen de los tres instintos:

  • Instinto Conservación: personas enfocadas en cubrir las necesidades instintivas de supervivencia, centrándose en la seguridad propia y de las personas cercanas, como la familia, protegiendo y cuidando su “hogar”, su bienestar, y organizando los recursos, arraigadas en ocasiones a las tradiciones. Son personas con interés por los asuntos vinculados con los negocios, y precavidos a tomar riesgos, no sintiéndose, en ocasiones, cómodos en ambientes donde todo funciona de modo veloz.
  • Instinto Social: personas orientadas a las relaciones grupales, conocer las jerarquías y dinámicas que se dan en las diferentes estructuras organizacionales. En cuanto llegan a un grupo, tienen la habilidad de conocer las relaciones y dinámicas internas. El instinto va más allá de que la persona sea tímida o no, es decir, puede serlo y que, sin embargo, en el edificio donde reside, conozca a gran parte de las personas que ahí residan, los trabajadores… sabiendo el rol de cada miembro. Es importante para estas personas las relaciones de confianza y de reciprocidad.
  • Instinto Sexual-Transmisor: su capacidad instintiva se centra en vincularse con los demás, conectar, a través de diversas maneras (intelectual, forma de vestir, modo de comunicar…), siendo personas persuasivas e inspiradoras para las organizaciones que no suelen pasar desapercibidas. Es importante las conexiones del uno a uno (independientemente de que se sientan cómodos en las relaciones grupales), así como “dejar huella”.

Es importante conocer bien los instintos para identificar el eneatipo propio, ayudando a reducir la duda y el error presentes en el descubrimiento interior del Eneagrama.