Identificando mi Eneatipo: por favor no molestar

Preguntas se repiten a menudo entre quienes se inician en el Eneagrama por primera vez:

“Vale, lo entendí, ¿y ahora qué hago? ¿cómo empiezo? ¿por dónde?”

He hablado anteriormente sobre cómo realizar un test de eneagrama (y recordando que se trata de una herramienta ORIENTATIVA), y quisiera añadir hay un tema importante vinculado con la autoidentificación del Eneatipo y los instintos que me llama la atención, y es el etiquetar a quienes están en un proceso de autoidentificación personal:

“Estoy segura de que tal persona es Eneatipo 3”

“Sin dudar tú eres un Eneatipo 7 de libro, no busques más información”

«Es obvio que Andrés es un Eneatipo 5»

No solo de los demás hacia uno mismo, sino también a la inversa, cuando todavía no conozco mi eneatipo y pregunto a otras personas «oye, sé que casi no me conoces ¿pero cuál crees que es mi eneatipo?». Estos son algunos ejemplos que nos podemos encontrar en el camino de investigación inicial sobre nuestro eneatipo.

Considero importante evitar estas posturas a pesar de las muy buenas intenciones que las acompañan (y lo tentadoras que nos resultan, especialmente al inicio), ya que el Eneagrama es una experiencia que vale la pena vivir en todo su esplendor: equivocándose las veces que sea necesario, dudando, pensando y reflexionando durante días, leyendo e investigando sobre cada uno de los 9 eneatipos y los 3 instintos para, con paciencia y sin prisas, identificar cuál es nuestra combinación de ambos: nuestro subtipo.

Tal vez te autoidentifiques muy rápido, o puede que necesites días, o semanas, o meses… y no pasa absolutamente nada. Disfrutemos del camino del autoconocimiento.