El Eneagrama no se utiliza únicamente en personas individuales, sino también en organizaciones, grupos sociales, empresas y, también, en PAÍSES y sociedades. Creando grandes grupos que abarcan otros grupos, por ejemplo, España podría ser un eneatipo concreto, y Barcelona otro diferente, pero al analizar el país de forma global, se aprecian elementos característicos de un eneatipo específico.
Los sociólogos utilizamos herramientas para analizar las estructuras invisibles de grupos, sociedades… desde donde, definiendo algunos indicadores, es posible vislumbrar algunas características grupales que van más allá de lo individual.
¿Por qué no decir automáticamente que Suiza es un Eneatipo 9? Es una pregunta totalmente lícita, ya que sin entrar en profundidad a analizar, viene a la mente con facilidad la frase coloquial de “yo soy neutral, como Suiza”, como forma de describirnos como una persona que no quiere conflictos, muy propio del Eneatipo 9.
Sin embargo, al observar características de este país, se observa una necesidad de tener orden en todo su sistema. Desde lo material (calles, infraestructura…) hasta la gestión de sus políticas públicas, por ejemplo, donde tienen como base hacer las cosas de forma correcta, siendo firmes en la implementación de aquello llevado a cabo.
Además de encontrarse entre las diez mejores posiciones a nivel mundial en el índice de percepción de la corrupción, la integridad se aprecia como un elemento en común con el Eneatipo 1, así como «hacer las cosas bien», correctas.
La eficiencia en la gestión de recursos en el ámbito de la cooperación internacional, a través de Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación, donde coordinan iniciativas desde las que se muestran excelentes resultados, y la ausencia de casos de corrupción (o similares) vinculados con ésta, es un ejemplo de la buena praxis.
Existen otros países con una estructura directamente vinculada al Eneatipo 9, y que priorizan el no conflicto frente al hacer las cosas correctamente (en su más profunda esencia).